La temperatura de la resina y el área de trabajo son factores importantes para determinar qué tan bien curará el proyecto. Esto es especialmente cierto durante los meses más cálidos, ya que el calor del verano puede hacer que la resina se caliente más rápido de lo normal y acelerar el proceso de curado.
Cuando se mezclan la resina y el endurecedor, generan su propio calor, lo que ayuda a iniciar el proceso de curado. A esto se le llama reacción exotérmica. Cuanto mayor sea la temperatura, más rápido se producirá el proceso de curado.
Sin embargo, si la temperatura es demasiado alta, puede provocar un espesamiento prematuro y agrietamiento del producto terminado. Esto puede ser un gran problema para cualquiera que trabaje con resina y es importante mantener la temperatura a un nivel seguro. Para evitar este problema, se recomienda calentar las botellas de resina y endurecedor en un baño de agua o colocarlas en una habitación cálida antes de usarlas. Esto también puede ayudar a eliminar las microburbujas que quedan atrapadas en la mezcla de resina y que pueden causar una apariencia turbia en su trabajo final.
La humedad es un poco más difícil de detectar y controlar en comparación con los cambios de temperatura, pero es igualmente importante para las creaciones de resina. La humedad puede provocar un rubor de amina (que es una capa superficial de aspecto aceitoso) en su proyecto de resina y provocar una pérdida de claridad en el resultado final. Esto puede ocurrir durante el vertido o incluso durante el curado.
La mejor forma de combatir la humedad es calentar las botellas de resina y endurecedor en un recipiente con agua caliente antes de utilizarlas. Asegúrese de que las botellas no estén llenas más allá del nivel de sus etiquetas, ya que el agua afectará la resina.
También puede intentar utilizar un sistema de aire acondicionado que funcione en su espacio de trabajo o utilizar un deshumidificador para ayudar con la humedad en el espacio de trabajo. Seguir las instrucciones de calentamiento estándar tanto para su entorno de trabajo como para el producto es una manera fácil y efectiva de evitar problemas con el curado de su resina epoxi. Mantener las temperaturas estables garantizará que la resina se cure hasta obtener un acabado hermoso y transparente.
Cuando se combinan la resina y el endurecedor, se inicia una reacción química que cambia gradualmente los ingredientes mezclados de líquido a sólido. Este proceso, llamado curado, debe alcanzar una temperatura prescrita para poder reticular completamente los componentes y lograr las propiedades físicas deseadas.
Una vez que la resina y el MEKP se hayan mezclado completamente, se deben transferir a un rodillo o impregnador lo más rápido posible para maximizar su tiempo de trabajo. Si la mezcla no se transfiere lo suficientemente rápido, comenzará a gelificarse y curarse antes de que se haya mezclado adecuadamente y alcance la temperatura deseada.
También es importante recordar que incluso una obra de arte en resina completamente curada puede verse afectada por las fluctuaciones de temperatura, especialmente cuando se coloca sobre una superficie que puede retener el calor, como un posavasos de metal. Esto puede hacer que el revestimiento se ablande y se mueva.
Al almacenar resinas epoxi, es importante mantener altas temperaturas. Una resina almacenada a una temperatura demasiado baja puede cristalizar y quedar inutilizable. Una forma sencilla de evitarlo es almacenar la resina en un lugar cálido, como un garaje o taller. Si no se dispone de una solución de almacenamiento calentada, los tamaños de tambor y contenedor se pueden calentar utilizando otras técnicas, como calentadores de banda de tambor que mezclan continuamente la resina.
